ENCUENTRO DE ALFREDO GÓMEZ CERDÁ CON 4º ESO
Presentación de Luisa y Malena, de 4º ESO B
Catalina: Buenos días. Nuestros nombres son: Delgadina
Delgadina: y Catalina.
Catalina: No será esta una noche de alacranes, sino una mañana de encuentro y de reencuentros; de encuentro, porque hoy nos encontramos con el autor de Noche de alacranes, y de más o menos ciento cincuenta obras más y, de reencuentros, porque nos volvemos a encontrar con el padre que nos dio la vida y que ahora hemos ido reencarnando con cada lector que nos ha ido moldeando en su imaginación. Delgadina, cuenta quién es nuestro autor.
Delgadina: Su nombre es Alfredo Gómez Cerdá. Nació hacia la mitad del S. XX en Carabanchel Bajo. Cuando empezó Bachillerato sus padres le llevaron al Colegio Amorós a estudiar con los frailes, donde, según él, los profesores, “a las primeras de cambio te pegaban un tortazo con todas sus ganas”. Fue allí donde empezó a escribir teatro.
Catalina: Estuvo trabajando en lugares muy aburridos pero, como le gustaba la literatura, estudió la carrera de Filología Española. La docencia le parecía muy difícil; por eso empezó a escribir sin parar.
Delgadina: ¿Y para qué tipo de público empezó a escribir, Catalina?
Catalina: Pues mira, cuando él tenía treinta años y su hijo Jorge, seis, se interesó por la literatura para niños. Probó suerte con un premio literario. Envió un libro titulado Las palabras mágicas y, además de publicarle el libro, ganó el segundo premio en “El Barco de Vapor”.
Delgadina: Pero, nuestra Noche de alacranes no es un libro infantil…
Catalina: Claro que no, Delgadina. Alfredo ha escrito para todos los públicos; de hecho, este libro es para todos los públicos. Por ejemplo, lo pueden leer todos estos zagales y sus abuelos. Date cuenta de que el tiempo de la novela se sitúa, en parte, en la posguerra. Sería bonito que lo leyeran también los abuelos y pudieran compartir sus experiencias con sus nietos. Sería una entrañable manera de compartir la historia.
Delgadina: Llevas razón… ¡Qué dura la posguerra…! pero no nos pongamos tristes. Hablemos de temas alegres. ¿Ha recibido muchos premios este autor?
Catalina: Muchísimos, más de veinticinco: Altea, accésit premio Lazarillo, El Barco de Vapor, el Cervantes Chico, premio Hache, premio Anaya, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil…
Delgadina: Respira, respira, Catalina…
Catalina: ¿Pero sabes cuál dice siempre que es su mejor premio?
Delgadina: ¿Cuál?
Catalina: Los lectores. Ellos siempre le piden que no deje de escribir, pero él dice que, sintiéndolo mucho, va a defraudarles, porque solo va a escribir hasta que cumpla ciento treinta y siete años y después, tiene pensado hacer otras cosas.
Delgadina: Entonces, como nosotras, que siempre vamos a viajar a través del tiempo bajo la luna de esta noche de alacranes.
Catalina: Algo así…bueno, creo que nosotras ya hemos hablado demasiado. Alfredo, nos gustaría agradecerte que hayas venido a acompañarnos y, dicho sea de paso, también nuestra existencia. Sin más dilación, damos la bienvenida a:
Delgadina: Alfredo Gómez Cerdá.
